10-09-2025
Un relevamiento de la Unión Industrial Argentina mostró retrocesos en producción, empleo y financiamiento respecto del segundo trimestre. El 24 % de las empresas despidió empleados.
Un nuevo relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA) reveló que más allá de algunos sectores puntuales que registran un buen nivel de actividad, la situación de la mayoría de las empresas manufactureras se agrava mes a mes. Los datos obtenidos en agosto marcaron mayor caída de ventas, de producción y de empleo, de acuerdo al documento difundido este miércoles por la central fabril.
Las empresas enfrentaron una demanda interna deprimida, mayores costos laborales, dificultades de financiamiento y una creciente competencia de productos importados e informales. El escenario se combinó con la continuidad de tasas de interés elevadas y con la incertidumbre macroeconómica que limitó las decisiones de inversión.
Concretamente, el Monitor de Desempeño Industrial (MDI) elaborado por la UIA registró en julio un valor de 45,3 puntos, por debajo del umbral de expansión y con trece relevamientos consecutivos en zona de contracción. El índice mostró una leve mejora de un punto frente a julio de 2024, pero permaneció estable en relación con el trimestre anterior, luego de la caída de enero.
Producción y ventas
El sondeo relevó a 787 empresas de todo el país. De ellas, un 36,3% informó una reducción de su producción respecto al promedio del segundo trimestre, frente a un 21,8% que declaró un aumento. El resto no observó cambios. La proporción de compañías con caídas superó a las que tuvieron mejoras, lo que volvió a ubicar al índice de difusión en terreno negativo.
En cuanto a las ventas internas, la diferencia fue aún más marcada. Un 43,5% reportó retrocesos y solo un 18,6% consiguió avances. La brecha se amplió en comparación con abril y con julio del año pasado, lo que reflejó la persistencia de un consumo débil en el mercado local.
El desempeño en el frente externo mostró un comportamiento algo más equilibrado, aunque también negativo. El 30,5% de las firmas exportadoras indicó caídas y un 16,6% señaló subas, lo que recortó levemente la distancia entre ambos grupos respecto de sondeos anteriores.
Empleo en retroceso
El capítulo laboral reveló un deterioro más profundo. El 24,4% de las empresas redujo su nivel de empleo, el nivel más alto de la serie, comparable con abril de 2024. Además, un 19,4% directamente recortó puestos, un porcentaje que venía en alza desde cuatro trimestres consecutivos. A su vez, un 18,9% decidió reducir turnos de trabajo.
Los datos mostraron que las compañías comenzaron a pasar de medidas de ajuste en la organización de turnos a despidos directos. El fenómeno se repitió en distintos tamaños de empresa, aunque con mayor impacto en las pymes.
El relevamiento señaló diferencias claras según ramas de actividad. Solo dos de los doce sectores superaron el umbral de 50 puntos del MDI: Alimentos, bebidas y tabaco y Químicos y petroquímicos. En contraste, los valores más bajos se observaron en textiles y en confecciones, cuero y calzado, que arrastraron caídas más profundas.
Otros sectores como edición e impresión, caucho y plásticos, minerales no metálicos y metalmecánica también se ubicaron por debajo de los niveles de expansión, lo que reforzó el carácter generalizado de la contracción.
Principales preocupaciones
La encuesta identificó que la caída de la demanda interna volvió a ocupar el primer lugar entre las preocupaciones de las compañías, con un 40,1% de menciones. Dentro de ese grupo, la demanda vinculada a otras industrias explicó un 22,5%, mientras que la demanda de los hogares representó un 17,6 por ciento.
El aumento de costos se colocó en segundo lugar con un 21,4%. Entre los rubros más influyentes se destacó el costo laboral, con un 42,1% de las respuestas, seguido por materias primas nacionales e importadas.
En tercer lugar apareció la dificultad para competir con productos importados, que alcanzó un 19 por ciento.
Contrabando y mercado informal
Más de la mitad de las empresas consultadas indicó que observó un incremento en la oferta informal de productos similares a los propios. Un 25% señaló que ese aumento resultó significativo. De este grupo, apenas un 4,4% aseguró no haber perdido ventas ni participación de mercado.
Los sectores más afectados fueron calzado y cueros, textiles y confecciones, e instrumentos médicos, que reportaron una fuerte pérdida de rentabilidad y presencia comercial frente a la expansión del contrabando. También aparecieron señales de impacto en muebles, autopartes, caucho y plásticos, y madera.
El nivel de utilización de la capacidad instalada promedió 55,8% en julio. Para el 65,7% de las empresas, ese registro estuvo por debajo de lo que consideran óptimo. Solo un 12,5% proyectó alcanzar su nivel ideal en 2025, mientras que el 87,5% estimó que recién lo lograría en 2026 o más adelante.
(Infobae)