Noticias

Información General Radiografía del tránsito en Olavarría

21-09-2025

Radiografía del tránsito en Olavarría

Los puntos más conflictivos, la falta de educación vial, el diseño de la Ciudad y la alta tasa de siniestralidad constituyen un problema que resta resolver. El análisis del ingeniero Marcos Pascua.

Imáganes de archivo

 

El tránsito en la ciudad de Olavarría presenta, desde hace mucho tiempo, una serie de problemáticas que afectan tanto la seguridad vial como a la calidad de vida de los vecinos.


Cada día las noticias reflejan una cantidad considerable de choques y situaciones que alteran el tránsito en distintos puntos de la Ciudad. El interrogante es cuáles son los motivos que los desencadenan y qué aspectos del comportamiento de los conductores se podrían mejorar.


Según un relevamiento de Verte, los puntos más conflictivos y recurrentes en la dinámica vial local son: la complejidad en la rotonda de Del Valle y Pringles, los giros a la izquierda en avenidas, el cruce con semáforos en rojo especialmente en avenidas, como por ejemplo Colón y España, la circulación de bicicletas en contramano y peatones que no cruzan por la senda.


Además, la presencia de vehículos en doble fila en zonas escolares y comerciales, las condiciones de carga y descarga y el tránsito de camiones pesados en sectores urbanos, infraccionando la Ordenanza 3215/08 que regula el tránsito de vehículos de determinado porte, en sectores delimitados de la ciudad de Olavarría.


Cada uno de estos ejes plantea desafíos concretos que requieren tanto control como concientización por parte de todos los actores involucrados.


Marcos Pascua, ingeniero civil especialista en seguridad vial, en conversación con Verte, señaló que “lo que sucede en el tránsito es multicausal, ya que depende de factores humanos, técnicos, de infraestructura, entre otros, es difícil precisar o determinar que la siniestralidad vial es la consecuencia de una sola conducta”.


En este sentido, Pascua detalló que se observa lo que sucede a diario en la ciudad e indicó que “la falta más común y tal vez la que mayores consecuencias conlleva es la circulación a velocidades inadecuadas”.


Y sumó que “esto tiene que ver principalmente con el hecho de que la mayoría de las personas que conducen no son conscientes de lo que implica circular a determinadas velocidades y con una incidencia menor, pero importante también, el tamaño de la infraestructura, reflejado en el ancho de las calles”.

 


Además, detalló que aparecen otras problemáticas con menor incidencia como por ejemplo el uso del teléfono celular, el estacionamiento en doble fila y el uso de sustancias psicoactivas.
En respuesta a la causa de las conductas imprudentes, Pascua indicó que “no creo que las conductas imprudentes se deban sólo a un factor, sin duda todos influyen”.


Por lo tanto, enumeró que la formación es un punto que incide a la hora de conducir. “El proceso para obtener la licencia de conducir se ha vuelto un simple trámite, sin una formación real que prepare adecuadamente al conductor” expresó.


Agregó además que “al no formar a la persona que aspira a obtener una licencia sobre conceptos claves, las personas que obtienen una licencia de conducir terminan aprendiendo a manejar con la licencia en la mano”.


También nombró la ausencia de controles y detalló que “es difícil verificar todos los puntos de la ciudad, pero sí es importante que en ciertos sectores aparezcan los controles, como pueden ser de velocidad o de cruces de semáforo en rojo”.


Entre otro punto clave, Pascua observó que la legislación se encuentra desactualizada. “En los últimos años en el mundo hubo varios cambios en pos de la seguridad del usuario de la vía pública que no fueron acompañados por el país, las provincias y los municipios”.


A raíz de eso, explicó que “vale aclarar que el tránsito es una cuestión municipal, es decir, puede dictar ordenanzas propias siempre y cuando no vayan en contra de las legislaciones provinciales y nacionales”.


Como ejemplo, Pascua recordó que en Olavarría se presentó un proyecto de ordenanza en el año 2021 para reducir la velocidad máxima en la ciudad a 30 km/h, proyecto que no prosperó en el Honorable Concejo Deliberante.


También habló sobre las penalizaciones y comentó que “las multas por cometer una infracción leve o incluso cuando sucede un siniestro vial que termina con víctimas fatales son menores y no siempre implica una inhabilitación en la conducción”.


“La justicia a veces termina fallando favorablemente a quienes cometen la infracción reduciendo la pena en hechos graves. Si usamos el ejemplo de la velocidad, tenemos una persona que no fue formada en la conducción manejando a velocidades inadecuadas, circulando en una ciudad donde no hay controles. En el caso de que atropelle y mate a alguien, las penas por esto, aún no están a la altura y no implican, insisto en este punto, la inhabilitación para conducir” comentó.


Por último, explicó que la provincia de Buenos Aires implementó en mayo de 2022 el sistema de licencia por puntos, pero la puesta en marcha en los municipios sigue pendiente.

 

El rol de la infraestructura urbana


El especialista explicó que el rol de la infraestructura “juega un rol clave” y mencionó: “Las vías anchas (sobredimensionadas), en buen estado, invitan a la circulación a altas velocidades, estacionamientos en doble fila. En Olavarría esto es muy común”.


Respecto al diseño urbano de la ciudad, el Ingeniero detalló que “está preparada, podríamos decir que está sobredimensionada. Muchas calles y avenidas de la Ciudad tienen el mismo ancho que calles y avenidas de la ciudad de Buenos Aires, como para tomar dimensión”.


“Las ciudades intermedias como Olavarría no tienen una presión constante sobre su infraestructura vial, tienen picos de demanda en función de las actividades cotidianas y el resto del día, aproximadamente un 70-80% del tiempo la demanda es muy menor” contó.


En cuanto a la cantidad de vehículos explicó que “no influye directamente en la siniestralidad vial, de hecho, si quisiéramos simplificar mucho, a mayor cantidad de autos, mayor tráfico, menor velocidad de circulación, menor cantidad de siniestros viales”.


En ese sentido describió que lo que sucede en Olavarría y en otras ciudad intermedias es lo contrario. “Vías sobredimensionadas para el caudal de circulación, mayores velocidades de circulación, mayor probabilidad de siniestros viales”.


Respecto a las medidas de control que serían efectivas, Pascua señaló que “el angostamiento de calles es uno de los más interesantes, aunque también bastante costoso, ayudaría a la disminución de la velocidad en sectores claves”.

 


Además, habló sobre las peatonalizaciones en zonas de mayor circulación. “Esto retira autos de las zonas de gran afluencia peatonal y beneficia a quienes se mueven a pie, los más vulnerables en el tránsito. También es costosa”.


Entre otra medida indicó que se podría implementar la automatización por GPS de la velocidad en los automóviles. “Esto ya depende de una decisión como país de exigir a las automotrices que incluyan controles automáticos de velocidad en los automóviles”.


Además, detalló que el abuso de lomos de burro es un problema. “No sirve para todo” explicó.

Implementación de políticas de seguridad vial

El ingeniero civil fue crítico del alcance de las medidas de seguridad vial. “Hace falta mucho para tener una buena política. La creación del Observatorio Vial es un buen primer paso, pero para avanzar en términos de seguridad es necesario contar con una serie de acciones a largo, mediano y corto plazo que se puedan llevar adelante más allá de quien conduzca el Municipio y de quienes ocupan las bancas del HCD”.

 

Iniciativas para producir un cambio 


En el mes de agosto quedó constituido el Observatorio Vial, iniciativa impulsada por el Bloque Unión Por la Patria del HCD.


Se trata de la puesta en funcionamiento de una herramienta colaborativa e interdisciplinaria que permita contar con información actualizada y precisa en materia de siniestralidad vial, y a partir de la misma el despliegue de medidas preventivas y políticas integrales, que favorezcan al desarrollo de una ciudad más segura.


Por su parte, el bloque de la Libertad Avanza de Olavarría presentó un proyecto de resolución para la implementación de los llamados “cruces seguros” en distintos sectores de la ciudad, cercanos a bancos, instituciones educativas y de salud, oficinas de trámites y demás.
Su principal propósito es reducir la siniestralidad en los lugares de mayor tránsito, promoviendo “un entorno urbano más seguro para peatones, ciclistas y conductores”.


Desde el bloque indicaron que “la implementación de los cruces será gradual y estará coordinada por el área municipal responsable de la obra pública y la infraestructura urbana. Este enfoque progresivo permitirá avanzar de manera ordenada y eficiente, asegurando la correcta planificación técnica, el uso responsable de los recursos y la participación activa de la comunidad”.


Y agregaron que: “En definitiva, este proyecto no sólo atiende a la necesidad, urgente, de reducir la siniestralidad, sino que también constituye una apuesta estratégica hacia una Olavarría inclusiva y moderna, preparada para responder a los desafíos del presente y proyectarse hacia el futuro con una visión de desarrollo sustentable”.


La voz de los vecinos


Las quejas por la falta de control y la conducta imprudente de muchos conductores se repiten en distintos puntos de la ciudad.


Varios vecinos expresaron su malestar con testimonios en las redes sociales que reflejan una situación insostenible.


“Cada día peor el tránsito. Fotomulta y eso sería mucho mejor. Menos boludeo al volante y se evitaría tanto accidente”, opinó un vecino, cansado de la falta de consecuencias para quienes infringen las normas básicas de convivencia vial.


La crítica también se extiende al funcionamiento del área de Control Urbano. “Trabajan mal y la consecuencia es el elevado número de accidentes. Hacen operativos pidiendo documentación y VTV para recaudar, cuando deberían estar circulando y cazando infractores. Nadie controla las calles, son tierra de nadie. Cada cuál infringe las normas como se le antoja y eso cuesta vidas de inocentes”.


Entre las infracciones más mencionadas por los vecinos, se destacan el uso del celular al conducir, el exceso de velocidad en bocacalles, los giros indebidos y la falta de respeto hacia ciclistas y peatones.


“Control y multas al manejo con celular. ¡La mayoría lo hace!”, reclamó una vecina con impotencia. Otro vecino remarcó: “Muy pocos respetan al ciclista, en su mayoría creen que invaden la calle que es de ellos. La guiñada, por ejemplo, no saben para qué está”.
 

Dejanos tu comentario

Más Noticias

Nuestras redes sociales

Programas
Verte +