22-09-2025
Este fin de semana concretó el regreso de Quimey Marín, que busca un poco de sosiego luego de una temporada muy complicada en Santamarina.
Tres técnicos en una temporada, tres meses sin cobrar, la agonía en las tres fechas finales por no saber si mantenía la categoría o debía volver a jugar sólo en su liga después de 20 años.
Así de compleja fue la temporada 24/25 de Quimey Marín con Santamarina, que terminó con final feliz (léase mantener la categoría en el Federal “A”), y entre tantas adversidades apareció la propuesta de volver al lugar “donde fui feliz”, según el mismo admitió.
“Vuelvo a un lugar donde me fue muy bien, además fui muy feliz y creo que también por eso tomé la decisión. Mi primer año en Ferro hicimos un campañón, perdimos la final con Liniers y nos quedó esa espina. Y en el segundo también, porque teníamos un gran equipo y quedamos afuera muy temprano” recordó.
Sus objetivos son paso a paso, aunque a largo plazo no hay segundas opciones. “En principio quiero agarrar ritmo y si Dios quiere lograr el ascenso, pero vamos primero con los pies sobre la tierra y partido a partido”.
Quimey llega a Ferro después de haber rescindido el contrato con Santamarina. Su objetivo (si Ferro no consigue lo que viene buscando desde hace más de una década) es seguir en el Federal “A” y no descarta que sea en Tandil, “pero si cambian las cosas”.
“Rescindí porque tenían una gran deuda conmigo y con todos los jugadores. Hablé con los dirigentes y les planteé que era la mejor opción para mí y para ellos, aunque no se descarta volver después de Regional porque quedó todo bien y las están puertas abiertas, siempre que no logremos el ascenso con Ferro” comentó.
La crisis además lo golpeó fuera de la cancha. “En los últimos meses mi esposa tuvo que bancar el departamento y me viejo me dio una mano. Hubo que apretar los dientes, encima que los resultados no se daban. Por suerte pudimos mantener la categoría, que era lo primordial” manifestó Quimey.
También trazó un balance futbolístico de esta participación tan compleja: “Hice una gran pretemporada, después con Navarro Montoya no me tocó jugar mucho y cuando lo hacía jugaba en una posición que no es la mía, pero uno trata siempre de ayudar donde puede y máa con las ganas que tenía después de que el año pasado no había jugado por una lesión”.
Con le llegada de Jorge Izquierdo volvió a sentirse importante. “Me puso desde el primer partido. Ahí empecé a agarrar ritmo y metí como 15 partidos seguidos”.
Ferro recupera así a un futbolista que le va a ofrecer más de una opción: “Me tocó jugar de volante por la derecha, por la izquierda, de enganche también. Siento que he aprendido mucho en otras posiciones, que van a ayudar a darle más cosas al equipo”.