22-09-2025
Un tema tan sensible, que va más allá de la cuestión empresarial y laboral en Olavarría, llegó al dirigente libertario, que hizo una publicación en sus redes sociales luego de las críticas al Presupuesto 2026.
La obra pública es un tema de alto impacto en Olavarría, que trasciende los límites normales para cualquier ciudad. Su conversión de un pueblo de campaña a una gran ciudad fue merced al enorme potencial minero, que tiene como destino principal el abastecimiento de las inversiones estatales en materia de infraestructura.
Ello desde que Javier Milei llegó a la Casa Rosada se vio cortado como nunca antes y el tema volvió a tomar actualidad cuando se conoció que no existen modificaciones al respecto en la Ley de Presupuesto presentada por Milei el lunes 15 de septiembre.
Como no faltaron críticas, uno de los referentes libertarios en la Ciudad salió a explicar la postura del gobierno nacional. Guillermo Lascano sostuvo que “no se trata de un capricho, terquedad o malicia para con un sector o empresarios o una ciudad como nuestra querida Olavarría”.
“La restricción momentánea de la obra pública tiene un sustento técnico relacionado con el equilibrio del gasto público, mandato que la sociedad argentina dio al nuevo presidente a partir de diciembre de 2023 y que fue una decisión irremediable si se quería bajar la inflación, que asfixiaba a la gran mayoría de los argentinos y beneficiaba sólo a un puñado de personas como los banqueros, políticos y gente con muchos recursos”.
“La obra pública estratégica es importante para un país y no se discute, pero en la medida que es financiada con recursos genuinos, con impuestos de los contribuyentes o crédito del exterior que se va a pagar con superávit o impuestos futuros” acotó.
“Cómo impositivamente, en nuestro país, se contribuye como uno del primer mundo y se tiene una infraestructura y servicios del tercer mundo, es imposible optar por financiarla con impuestos futuros o incremento de los actuales” dijo.
“La otra opción es con abundante superávit, pero, antes es necesario reducir el Estado en igual proporción a la obra pública que se quiera realizar, siempre y cuando todo lo demás se haya compensado, como el pago de intereses de deuda contraída en anteriores gestiones” analizó.
“El mayor gasto/erogación que realiza el Estado son las Jubilación y Pensiones, más del 70%, a pesar de los insuficientes montos que reciben. Otra erogación es la salud pública, también la educación, la seguridad, empleados públicos, subsidios y el gasto de la Obra Pública, etc. Ahora bien, por dónde empezamos sería la pregunta correcta” subrayó.
“Ya probamos queriendo hacer todo y así nos fue: pobreza, indigencia, inflación, corrupción, etc. Aprendimos que es importante el equilibrio, es decir, no gastar más de lo que se recauda con los impuestos que están. Por ende, estamos inmerso en el desafío de las restricciones” comentó.
“El Presidente tomó la decisión de restringir la obra pública para reducir rápidamente el exceso del gasto, también eliminar ministerios y redefinir otros (empleados públicos). Cada una de ellas, tienen sus consecuencias, porque afectan a personas como vos y yo. Es decir, la irresponsabilidad de hacer que el Estado sea la única fuente generadora de empleo durante muchos años, tiene sus consecuencias irreversibles cuando se quiere aplicar cualquier medida de corrección o reducir la obra pública hasta llegar al equilibrio de las cuentas” manifestó.