13-10-2025
El archipiélago africano, con la mitad de la superficie de Olavarría, se convirtió en una de las más grandes sorpresas en la historia de las eliminatorias al clasificarse para el Mundial 2026
El fútbol es tan maravilloso, tan distinto a todos los demás deportes colectivos que es capaz de tener en una competencia mundialista a un archipiélago cuya superficie es la mitad del partido de Olavarría.
Este lunes Cabo Verde, un país a 400 kilómetros de Ghana e independizado de Portugal en 1975, logró un histórico boleto para el Mundial 2026 tras superar 3-0 a Eswatini en el estadio Nacional de Praia, la capital de esta nación.
En 1992 Racing, ávido por ganar un título olavarriense después de dos décadas de sequía, con Dardo Seibel como DT tiró la casa por la ventana en el mercado de pases en la previa al comienzo de la temporada, sobre todo el medio para adelante.
Llegaron el “Bocha” Flores (figura en el ascenso de Gimnasia y Esgrima La Plata) y Guillermo Barbeito y un 10 espectacular, surgido de Estudiantes de La Plata, campeón en 1982 y 1983, e ídolo de Temperley: Adriano Tomás Custodio Mendes, nacido el 28 de noviembre de 1961 en Praia.
En la primera fecha metió un gol de penal para la victoria 5-3 en la cancha de El Fortín; el 12 de abril marcó dos en la goleada 6-0 sobre Estudiantes en el Parque Carlos Guerrero.
En la previa al partido contra Hinojo en la Svenida 14 sufrió la pérdida de un hijo y luego del encuentro denunció en camarines a un jugador albiverde por haberlo insultado con ese drama.
Fue el 10 de mayo y ya no volvió a ponerse la camiseta de la estrellita.
Cabo Verde, un país de poco más de 500.000 habitantes y 4033 kilómetros cuadrados, se convirtió así en la segunda nación menos poblada en llegar al Mundial después de Islandia en Rusia 2018, cuando fue rival de Argentina.
La patria de un talentoso que con la pelota en su zurda hizo delirar los chairas a comienzos de los 90.