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Salud Cáncer de mama: Provincia adelantó el inicio de los controles

14-10-2025

Cáncer de mama: Provincia adelantó el inicio de los controles

La medida establece que la mamografía empezará a realizarse desde los 40, para mejorar la detección temprana y reducir la mortalidad. La decisión se alinea con la tendencia internacional.

 

El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires estableció que, a partir de ahora, la edad para realizar la primera mamografía de control será a partir de los 40 años, con una frecuencia bienal hasta los 75, para mujeres sin antecedentes familiares de este tumor.

 

De este modo, el gobierno bonaerense comenzará a estudiar a las mujeres diez años antes de lo que indican las guías nacionales, que recomiendan iniciar los análisis recién a los 50 años.

 

La medida, impulsada por el Instituto Provincial del Cáncer (IPC), marca un cambio significativo en la estrategia de prevención de la principal causa de muerte por tumores entre las mujeres argentinas. Según las autoridades bonaerenses, el objetivo es mejorar la detección temprana de la enfermedad, dado que el 90% de los casos diagnosticados en etapas iniciales puede tratarse.

 

Hasta ahora, el Programa Nacional de Control de Cáncer de Mama sugería la mamografía entre los 50 y 69 años, con una periodicidad anual o bienal según el criterio médico.

 

Con la nueva disposición provincial, los equipos de salud pública comenzarán a convocar a mujeres a partir de los 40 años para realizar este estudio que, según los expertos, sigue siendo la herramienta más eficaz para detectar lesiones cuando aún no presentan síntomas.

 

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la Argentina, pero su pronóstico depende críticamente del momento en que se lo diagnostica. Mientras que la detección temprana presenta una tasa de supervivencia del 90%, en los casos avanzados se reduce al 28%”, explicó Marina Pifano, directora del IPC. En la provincia, esta enfermedad causa alrededor de 2300 muertes cada año y se diagnostican unos 8500 nuevos casos, lo que la convierte en el principal motivo de atención oncológica en el sistema público.

 

El Ministerio de Salud provincial, que conduce Nicolás Kreplak, fundamentó el cambio en “la necesidad de garantizar un acceso equitativo al diagnóstico precoz, al tratamiento oportuno y a la curación”.

 

Para ello, el sistema de salud bonaerense incorporó en el último año 22 nuevos mamógrafos en hospitales públicos, alcanzando un total de 187 equipos distribuidos en el sistema provincial y municipal. También se reforzó la provisión de insumos para pacientes con cobertura pública exclusiva.

 

A nivel nacional, el cáncer de mama representa un desafío para la salud pública: cada día se diagnostican 360 nuevos casos en el país, de los cuales 60 corresponden a la provincia de Buenos Aires. Además, provoca alrededor de 20 muertes diarias y se estima que una de cada ocho mujeres lo padecerá antes de cumplir los 85 años, según la información que difundió el Ministerio de Salud bonaerense. La mayoría de las pacientes no presentan síntomas hasta estadios avanzados, lo que vuelve clave el acceso a estudios de rutina.

 

En ese contexto, la decisión bonaerense se alinea con una tendencia internacional. En 2023, la Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (Uspstf, por sus siglas en inglés) propuso bajar la edad de inicio de las mamografías de los 50 a los 40 años, fundamentando el cambio en el aumento de los casos detectados en mujeres de entre 40 y 49.

 

La medida norteamericana, que se encuentra en revisión pública, se apoya en evidencia científica que muestra que las mujeres más jóvenes están desarrollando tumores más agresivos y que la detección temprana en ese grupo etario mejora significativamente las tasas de sobrevida.

 

En Argentina, la recomendación de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) ya contemplaba desde hace más de una década iniciar los controles a los 40 años. Con esta nueva disposición, la provincia de Buenos Aires adopta oficialmente una postura más cercana a la de las sociedades científicas y se convierte en la primera jurisdicción del país en aplicar esta medida en el sistema público.

 

Qué dicen los especialistas

La medida fue bien recibida por gran parte de la comunidad médica, desde donde reclaman una actualización de las guías nacionales. Los especialistas destacan que el perfil epidemiológico del cáncer de mama cambió en las últimas décadas.

 

El consenso general entre oncólogos y mastólogos es que empezar a controlar a los 40 años puede salvar vidas, siempre que la estrategia se implemente de forma organizada y sostenida. Sin embargo, algunos advierten que las decisiones de política sanitaria deben ir acompañadas de los recursos necesarios para garantizar el acceso a estudios de calidad en todo el territorio.

 

El presidente de la SAM, Francisco Terrier, celebró la iniciativa bonaerense. “En realidad, no solo en la Argentina, sino en todo el mundo hay normas que giran en torno a esa edad. La SAM lo tiene claro y no las cambia desde hace muchos años. Desde 2012 mantenemos un consenso entre doce sociedades científicas que establece que el estudio básico e indispensable es la mamografía anual a partir de los 40 años”, explicó.

 

Terrier destacó que esta postura no es una cuestión local, sino que coincide con las principales guías internacionales. “Las normas a veces se modifican por razones económicas o logísticas, pero desde el punto de vista médico, la mamografía anual desde los 40 años sigue siendo la mejor herramienta disponible para reducir la mortalidad”, sostuvo.

 

“El perfil del cáncer cambió”

Por su parte, el oncólogo Diego Kaen, expresidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica y actual director de investigación clínica del Centro Oncológico Riojano Integral, coincidió en que las nuevas guías bonaerenses reflejan un cambio epidemiológico que ya se observa a nivel global.

 

“La mayoría de los grandes estudios de hace 20 o 30 años, realizados en Suecia, Canadá o el Reino Unido, mostraban que el mayor beneficio de la mamografía se daba a partir de los 50 años, porque antes de esa edad la incidencia era muy baja. Pero eso cambió. Hoy se ve una mayor incidencia de cáncer de mama entre los 40 y los 49 años, y en muchos países esto se asocia a cambios reproductivos, al sobrepeso y a factores hormonales”, explicó.

 

Según Kaen, los tumores en mujeres jóvenes suelen ser más agresivos, por lo que “diagnosticarlos precozmente mejora la sobrevida”. Citó un metaanálisis reciente que respalda las guías internacionales de la National Comprehensive Cáncer Network (NCCN, por sus siglas en inglés), donde se muestra que iniciar el screening a los 40 años reduce la mortalidad y aumenta los años de vida ganados. “En definitiva −agregó−, cuanto antes se diagnostica, más posibilidades de curación hay”.

 

Tanto la SAM como la Asociación Argentina de Oncología Clínica coinciden en esta recomendación, aunque reconocen que persiste una discordancia con las guías nacionales, que siguen fijando la edad de inicio en 50 años.

 

Un debate que cruza fronteras

 

La discusión sobre la edad ideal para iniciar los controles no es exclusiva de la Argentina. En los últimos años, países como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá revisaron sus guías a la luz de nuevas evidencias. En todos los casos, el eje del debate pasa por equilibrar los beneficios del diagnóstico precoz con los posibles riesgos del sobrediagnóstico y el costo que implica sostener un programa masivo de tamizaje.

 

Sin embargo, la tendencia global parece avanzar hacia una misma dirección: bajar la edad de inicio y reforzar el acceso equitativo a las mamografías. “Cada año de demora en la detección implica diagnósticos más avanzados, tratamientos más invasivos y menos posibilidades de sobrevida. Por eso, extender el tamizaje a mujeres de 40 años es una decisión sanitaria estratégica”, concluyó Kaen.


(La Nación) 

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