15-10-2025
Bruno Di Bello dejó Kimberley de Mar del Plata y este miércoles se incorpora a los entrenamientos carboneros, a las órdenes de Gustavo Liggerini.
Bruno Di Bello viene de jugar su primera temporada en el Federal “A” para ponerse una camiseta que le pasó raspando al ascenso en la última década y vuelve a posar la mira en el mismo objetivo.
Tras clasificar el pasado domingo en Cipolletti para la segunda ronda de la Reválida por el segundo ascenso a la Primera Nacional Bruno tomó la decisión de dejar Kimberley para sumarse a Ferro, que este domingo debuta visitando a Loma Negra en el TRFA.
“Tal vez sorprendió, porque estábamos en competencia. Tome la decisión de venir porque estoy para jugar al fútbol, es mi trabajo y tengo laburo por varios meses. Rescindí el préstamo y estoy a disposición del entrenador” explicó.
Sabe que “sólo competir” para Ferro no existe: “Sé que el club se arma para ascender, por eso es linda la oportunidad de venir. Siempre ha estado ahí, ha perdido alguna final y eso es lo que me gusta, porque es un equipo que invierte y se arma para pelearla hasta el final”.
Si Liggerini lo dispone está para jugar, aunque reconoció que el haber llegado casi sobre el comienzo del torneo podría postergar el debut. “Hoy (por este miércoles) me voy a presentar, seguramente tendremos una charla” se anticipó.
Bruno saltó al Federal “A” como premio a varias excelentes temporadas en el Federal Amateur con la camiseta de Embajadores. “Jugué más de lo que esperaba, porque al principio del año era toda incertidumbre” admitió.
“No sabía con qué me iba a encontrar y me encontré con un buen grupo, buenos compañeros, buena gente, las cosas se fueron dando y creo que en lo personal fue un buen año” valoró.
El torneo le dio además la posibilidad de cruzarse en la cancha con Nico, su hermano, que hace años está establecido en Rincón de los Sauces.
“Tuvimos tres partidos contra Rincón: el primero fue cuando arrancamos el año y yo todavía no jugaba; después fuimos a Rincón y entré un rato y el último fue por el Nonagonal, perdimos 3-1 pero yo hice el gol. Por ese lado me salvé” bromeó.
Ese partido dejó además un dato para el anecdotario familiar. Los dos juegan por la derecha, sin embargo el trámite los juntó más de una vez: “Yo iba a la pelota parada y él era el encargado de marcarme. No hacíamos un poco los locos, pero el árbitro nos conocía. Así que no pasó nada. Fue una linda experiencia”.