16-11-2025
El profesor Pedro Saino estuvo a cargo de la cátedra de educación física de Talleres Protegidos por más de 25 años y cuando llegó al acto del viernes fue recibido por su ex alumnos con una ovación.
Varios minutos antes de que se pusiera en marcha el acto de apertura del Hogar de Talleres Protegidos el pasado viernes, una ovación espontánea surgió de sus chicos, que aguardaban en el salón de usos múltiples la llegada de las autoridades y dirigentes políticos.
El destinatario de estas muestras de afecto era “el profe” Pedro Saino, que había compartido con ellos mucho tiempo de juegos y de amor.
“Después de haber estado por más de 25 años a cargo de la cátedra de educación física de Talleres Protegidos a través del CEF 44, con el querido Gato Landoni, entrar y ser reconocido por estos chicos -aunque todos estemos grandes, serán definitivamente mis chicos-, es como un sueño cumplido” confesó emocionado Pedro.
“Por un Estado provincial presente, un Estado municipal presente se puede inaugurar este hogar para recepcionar a todos aquellos que en el mañana no tengan un refugio donde guarecerse. El eje transversal de Talleres Protegidos siempre ha sido el amor” resaltó.
Visiblemente conmovido por la emoción, conectó este día con uno muy particular y con una persona que marcó su vida: “Estoy recordando que este 14 de noviembre cumpliría 106 años mi tío, un curita salesiano y a lo mejor no es por casualidad que uno se sienta tan pleno y tan satisfecho en esta jornada que recuerda a alguien que quería y respetaba mucho. Capaz que él bendijo desde el cielo esta familia hermosa que es Talleres Protegidos”.
En su interpretación de la ovación, Pedro reflexionó que “este amor es el amor que yo les di y ellos me lo devuelven. Siempre que voy a Talleres tengo sensaciones contradictorias: lo hago con gusto pero después no me quiero ir porque me voy llorando, porque esto es amor y te cantan...”.
“Ellos son así. Gracias a Dios pude compartir un poco más de 25 años con ellos y acá no hay dólar, no hay riesgo país, no hay nada; acá hay amor, acá hay alegría, acá hay belleza de la gente, de los directivos, de los chicos, de sus familias. Pienso que soy un bendecido por haber tenido este trabajo” agradeció.