21-11-2025
Escrita y protagonizada por Laura Cheistwer y Claudia Roiz, dirigida por Gaby Goldberg, se presenta este viernes en el Teatro en el marco del Encuentro Nacional Rosa.
Laura Cheistwer y Claudia Roiz son las escritoras y actrices de la obra teatral “El busto es nuestro”, dirigida por Gaby Goldberg, que se presenta este viernes en el Teatro Municipal, como parte de las actividades del VII Encuentro Nacional Rosa.
La pieza nació de las experiencias traducidas en palabras de dos amigas de la infancia que recibieron el diagnóstico de cáncer de mama con pocos días de diferencia y se pararon frente al dolor y a los miedos con una opción creativa.
“El busto es nuestro” aborda una cuestión que tiene todas las características de “tabú” desde la sexualidad, la muerte y la vida, el humor “y el humor negro también” lanzó Laura.
Las tres charlaron de la obra en el primer piso del Hotel Santa Rosa, a horas de subir a las tablas del Municipal. Gaby, la directora, definió a “El busto es nuestro” como “una obra que habla sobre dos amigas que tuvieron cáncer de mama al mismo tiempo y que escribieron sobre sus sensaciones, sus situaciones, cómo lo vivieron y a partir de eso salió esta obra”.
Laura repasó su amistad con Claudia y aquella noticia recibida con pocos días de diferencia: “Somos amigas desde los 14 años y a Gaby la conocemos ya de más grandecitas”.
“En el mismo momento Claudia y yo tuvimos cáncer; primero le detectaron a Claudia y con un mes de diferencia a mí. Reaccionamos de manera muy diferente, eso se ve en la obra: que somos amigas, que somos muy distintas y cada una en la forma que tuvo de atravesarlo lo fue escribiendo” contó.
Laura no quería hablar con nadie, se encerró en sí misma, mientras Claudia se abrió más a lo que la vida había atravesado en su camino.
“Un día fuimos al teatro, nos encontramos con Gaby, nos preguntó ‘¿cómo están?’ y le dijimos ‘¿querés saber? con cáncer estamos’ y le dijimos ‘che ¿no te animás?, cada una está escribiendo cosas que nos pasan. ¿No querés leerlas y hacemos algo?’. Nuestra primera idea era hacerlo para familiares y amigos. Una fecha, se llenó ese teatro y después tuvo una repercusión tan fuerte que la fuimos llevando por todo el país a pedido de distintas organizaciones. Jamás pensamos que iba a surgir esto” admitió Laura.
Laura, que es psicóloga, puso en valor además las charlas que se dan con el público una vez que baja el telón. “La repercusión en la gente es tan fuerte y es tan sanador, como diría Claudia, que nos vale la pena seguir haciéndola en cada lugar que nos convoquen” afirmó.
En Claudia, por su lado, la enfermedad fortaleció una conexión que venía de antes con la cuestión espiritual. “Yo ya venía trabajando en mí y a mí la enfermedad me hizo preguntar el 'para qué' y creo que estar haciendo hoy la obra es parte del ‘para qué’ de la enfermedad” reflexionó.
“Yo no decía ‘por qué a mí’. Digo ‘para qué, qué tengo que aprender de esto’. Y en realidad creo que la experiencia de seguir haciéndola por la Argentina es parte del para qué, el propósito de demostrar que con lo que pasa en la vida importa es lo que haces con eso” opinó.
“Cada uno hizo lo que pudo, como cada uno va a seguir haciendo lo que puede con lo que le pasa, pero cuando sirve para que a otros les sirva la experiencia y cuando se puede ayudar a partir de la propia experiencia, por lo menos a mí me hace mucho bien” confesó Claudia.
La iniciativa empezó con un público acotado: pacientes con cáncer de mama y familiares. “Ahora en la convocatoria ya no es cáncer de mama nada más. ¿Estás atravesando algo que no sabés cómo acompañar o estás atravesando algo difícil? Y lo que viene del público es diverso” mencionó Laura.
“En Rosario médicos nos decían que estaban de ambos lados del mostrador. ‘Tengo cáncer de próstata y soy urólogo’ y ahí surgen cuestiones de cómo tratar al paciente, cómo cambia la cabeza de que no somos un órgano, una teta, una próstata. Somos personas y necesitamos que nos traten como personas” indicó Laura.
“Es una obra que no está en la calle Corrientes. Es como se dice ahora un biodrama: contamos lo que vivimos de un modo no dramático, porque estamos vivas y felices. No es una ‘obra bajón’, pero sí es una obra que impacta, porque todos tuvimos seres queridos que fallecieron, todos tuvimos miedo de alguna situación” planteó.
Se refirió además a la necesidad de “hacerse controles anuales, hombres, mujeres; el cáncer de mama se cura en un altísimo porcentaje y si tenemos que hacer un pedido a los ministerios de salud es que nosotras queremos recorrer el país con un mamógrafo afuera del teatro esperando”.
Claudia hizo un apartado especial para hablar de las chicas de Ola Rosa: “De ellas recibimos mucho cariño, mucha entrega, mucha verdad. Nosotros trabajamos con gente no que tuvo cáncer; quienes están trabajando en esto son voluntarios que tienen un amor impresionante por lo que hacen”.
Ambas hablaron de la importancia de estos grupos, de contar con gente que escuche a las y los pacientes, de la necesidad de compañía. “Esto es parte del proceso de sanarse” afirmaron.
Laura y Claudia ya estuvieron en Olavarría en 2022 con “El Busto es nuestro” y el mensaje final siempre es el mismo: “La prevención hoy cura” y lo dicen en cada lugar que visitan con argumentos más que sólidos, como para que esta frase no sea apenas un slogan.