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Deportes El boxeo volvió a Hinojo con una noche intensa

22-12-2025

El boxeo volvió a Hinojo con una noche intensa

Tras casi tres décadas, el gimnasio Enrique Urdangarin fue escenario de un festival amateur-profesional que convocó a mucho público. Ganaron Gonzalo Andreasen y Lorena Agoutborde.

 

Después de casi treinta años, el boxeo regresó al gimnasio del viejo Atlético, hoy denominado Enrique Urdangarin, con la realización de un festival amateur-profesional que reunió a una muy buena cantidad de espectadores y devolvió a la ciudad una postal histórica del deporte de los puños.

 

La velada contempló dos peleas de fondo profesionales, con la presencia de los púgiles locales Lorena Agoutborde y Gonzalo Andreasen, quienes salieron airosos de sus respectivos compromisos, coronando una noche especial tanto dentro como fuera del ring.

 

El festival tuvo además un condimento particular: tras siete años, el propio Andreasen asumió la organización global del evento. Una tarea compleja, más aun teniendo en cuenta el largo tiempo sin realizar festivales de este tipo y la exigencia de afrontar, al mismo tiempo, el combate principal, que demanda una concentración absoluta por tratarse de deporte de alta competencia.

 

A pesar de las dificultades, Andreasen respondió en ambos frentes, incluso sorteando un factor externo determinante: el intenso calor. Las altas temperaturas y las escasas posibilidades de ventilación del gimnasio albiverde hicieron muy difícil la respiración y exigieron un esfuerzo extra a todos los protagonistas.

 

En la pelea de fondo, Andreasen venció por nocaut en el tercer asalto al pampeano Emanuel Godoy. Antes del desenlace, el combate transitó un clima de auténtica incertidumbre, ya que en el round anterior el boxeador local sufrió una cuenta protectora tras un cruce que lo encontró mal parado.

 

“Estoy muy contento, siempre me sentí bien. La caída me llegó a preocupar, me tomó mal parado, fue un cruce voleado que me impactó arriba de la sien; no lo sentí pleno, pero igual me derribó”, explicó Andreasen tras el combate. Y agregó: “Sabía que estaba físicamente bien, que podía reaccionar y lo hice al toque. Nunca perdí la calma”.

 

En el semifondo, Lorena Agoutborde dejó una imagen muy positiva. Con un accionar más cauteloso, tomó el control del combate ante una rival que nunca se salió de línea y a la que no le pudo entrar con claridad, pero a la que superó sin inconvenientes, en una pelea ordenada y sin la intensidad desordenada que suele verse en otros cruces.

 

Su entrenador, Enrique Barragán, analizó la actuación y el contexto: “Quedamos muy contentos, fue una linda experiencia. Se sintió muy bien, fundamentalmente volver a pelear y hacerlo aquí, en nuestra ciudad, ante mucha gente que la quiere y la sigue”. Además, destacó la constancia de la boxeadora: “Ella nunca dejó de entrenar, nunca falla, así que ahora estamos abiertos a cualquier propuesta que nos surja”.

 

De esta manera, el boxeo volvió a ocupar un lugar central en el histórico gimnasio del viejo Atlético, con una noche que combinó organización, esfuerzo, calor, emociones y, sobre todo, el protagonismo de los representantes locales.
 

 

 

 

 

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