02-08-2019
La principal cadena de electrodomésticos del país está en el medio de un proceso de reconvención de su negocio y afectada por la caída del consumo. La cadena tiene 4.800 empleados.
El nombre de Garbarino suena hace varios meses cuando se habla de empresa afectadas por la crisis. Y si bien su situación parece más holgada que la de otras –como Molino Cañuelas o Al Río- este viernes se confirmó que la principal cadena de electrodomésticos del país, la misma que tiene el 22% del share de ventas totales, tuvo que renegociar con varios bancos locales una deuda de unos $4.000 millones.
"Es un diferimiento de un año, en rigor, con tasa baja sobre capital. Se acumula la diferencia en una cuenta y se capitaliza al final respecto a tasas de mercado. Es diferir el pago de intereses", especifican desde la compañía con intención de bajarle el tono al tema. No fue tan simple: la negociación con los bancos llevó unos tres mes.
"Hay un significativo alivio financiero para la empresa de casi $200 millones por mes, con un descuento de tasa importante", agregó uno de los negociadores. "Los bancos están conformes porque se les va a pagar toda la deuda", dicen en la empresa.
Pero por nombre y peso propio, la noticia no deja de ser una señal de alerta. Si bien desde la cadena muestran optimismo sobre la recuperación del consumo –ven mejoras lentas, "más que nada por precio y no tanto por financiación"– tanto desde el mercado financiero como desde el sector de electrónica de consumo, hay algunas dudas. Sobre todo en lo que tiene que ver con los avales del acuerdo: fuentes del sector financiero destacan que como parte de la renegociación –y en un proceso que suele darse en estos casos– los bancos se habrían quedado con un mandato para, eventualmente, buscar interesados que quieran comprar la empresa o evaluarlos si aparecen.
Lo cierto es que la empresa "logró patear la deuda", como describe de manera bastante más coloquial otra fuente involucrada en la negociación. Sus principales acreedores son los bancos Santander y Galicia, que tienen el 70% del total. El resto está en manos de HSBC, Patagonia, Banco Nación, Ciudad, Provincia y Bancor.
Desde Garbarino aseguran que en 2018 tuvieron que competir con muchos de sus propios proveedores que en medio un contexto de baja extrema de ventas y consumo se sacaron de encima inventarios vendiendo en Mercado Libre y, además, a precios de muchos productos similares a los de 2016.
La empresa empresa tiene 4.800 empleados y viene realizando una fuerte reducción de personal, a razón de 50 y 60 empleados menos por mes desde 2016, cuando eran unos 5.900. En marzo tuvieron un comienzo de conflicto gremial y pagaron los sueldos en dos partes.
Fuente Infobae