14-12-2019
Un artículo publicado en La Síntesis de Saladillo habla de falta de controles y desidia. "La ruta no puede contener la cantidad de vehículos que se han derivado y así habrá más para lamentar".
La Síntesis / Saladillo
Un viaje a Roque Pérez o a Lobos se convierte en un calvario de ida y vuelta. Con todas las estaciones. La del automovilista enceguecido que parece no tomar nota de que no se puede circular por la banquina para llegar a ningún lado.
Por la banquina que sea, la propia o la de la mano contraria.
La del camionero que piensa que está manejando un Volkswagen Gol o un Audi y trata de hacer el sobrepaso en una curva o en cualquier lugar.
Mete miedo observarlo en el espejo retrovisor acercándose a gran velocidad y tocando bocina.
Decenas de camiones de todos los tamaños. Micros de larga distancia.
Circular entre esos vehículos, sin respetar distancias es de alto riesgo.
Y la tragedia a un paso. Es algo de todos los días y todas las noches y parece inconcebible que no haya más incidentes de tránsito como el que se produjo ayer con casi una decena de vehículos involucrados.
Las autoridades de Lobos, Roque Pérez y Saladillo, por citar algunos ejemplos, parecen no haber advertido lo que está sucediendo desde hace casi 15 días en la ruta nacional 205.
Mientras algunos comerciantes agradecen el incremento de la actividad tras el corte de la ruta 3 en San Miguel del Monte por la reparación de un puente sobre el río Salado, quienes transitan la ruta nacional 205 sufren el descontrol y la desidia que se han instalado.
No hay controles de tránsito ni de velocidad ni en la circulación. La ruta mencionada no puede contener la cantidad de vehículos que se han derivado y así habrá más para lamentar.
La falta de planificación y de datos estadísticos, el descontrol y la desidia, siguen adelante.
¿Cómo se puede hacer semejante derivación de camiones y micros hacia otras rutas sin tomar ninguna medida destinada a evitar gravísimos hechos y brindar seguridad a quienes circulan?
Así, la muerte ya no será una sorpresa. Será algo más del paisaje natural ante este verdadero desastre del que nadie se hará cargo, una vez más.
AVG