Los inquietantes interrogantes sobre las estafas con terrenos

Los testimonios publicados por Verte muestran una operatoria que se viene concretando al menos hace dos años y que necesita de varios actores. Quiénes son y por qué la Justicia no actúa de oficio.

El 30 de octubre de 2020 representantes de la Mesa de Emergencia que montaron un acampe en la Plaza Central para pedir soluciones a los múltiples problemas de vivienda en Olavarría, denunciaron que se vendían terrenos fiscales a muy bajo precio a personas cercanas a funcionarios del gobierno municipal. Advirtieron que esos terrenos se entregaban “a dedo” en función de afinidades y lealtades.

El tema fue llevado hasta la justicia pero nunca prosperó la investigación. En aquel momento fueron varias las personas que se hicieron eco de esa denuncia pero ninguno de esos testimonios llegó a los medios de comunicación.

El tema de la vivienda volvió a estar en la agenda con la toma del Barrio Lourdes en abril del 2021 y en el transcurso de la campaña electoral el “ruido” sobre operatorias poco claras con terrenos por parte de algunos funcionarios gallistas se hizo escuchar nuevamente en los barrios.

Transcurridos unos meses, varias personas levantan su voz para contar que, en su deseo de comprar terrenos y construir su casa propia, se vieron atraídas por una oferta que estaba por debajo del valor de mercado y finalmente fueron estafadas porque nunca les dieron el terreno prometido. Esa es la condición de posibilidad del engaño: parece fácil.

Hay al menos tres denominadores comunes en la revelación que hizo Verte en los últimos días. Uno de ellos, la persona identificada como Claudio Peralta, que era el encargado de pactar con las personas el precio del inmueble y la forma de pagarlo. Aceptaba cuotas y vehículos como parte de pago. En los tres casos relevados el monto que cobraba era 800 mil pesos.

En los tres casos expuestos no entregó el inmueble prometido y los engañados se encontraron que están ocupados por otras personas. Cuando intentaron comunicarse con Peralta, no pudieron hacerlo ni telefónica ni personalmente.

Otro denominador común es la actuación de la Escribanía Catanzaro. En las tres ocasiones pasaron por ahí y eso les generaba “confianza” a los compradores. En una oportunidad firmaron un libro -¿certificación de firma?-, en otra, una cesión de derechos a favor de la persona que finalmente nunca sería el propietario. ¿Qué validez tiene ese escrito? ¿Conocían en esa escribanía las características fraudulentas del proceso?

Hay otro aspecto que atraviesa todas las historias: cómo se presentaba Peralta ante los interesados. “Soy primo de Galli”, “tengo contactos ahí adentro que me pasan la información sobre terrenos municipales”, “estoy en política”, “esperá que pase la campaña y habrá novedades”. Poco demoró en salir a la luz la foto con la que este hombre se presenta en la red de Facebook: está sonriente y abrazado a una serie de funcionarios municipales de la actual gestión.

Cuando una de las engañadas fue a la Municipalidad a contar lo sucedido y pedir ayuda, sólo le dijeron que es un problema entre particulares y que ponga un abogado. ¿Es un problema entre particulares? ¿El dinero que cobra Peralta es para él? ¿A cuánto asciende lo que lleva cobrado si pensamos que la operatoria lleva al menos dos años e involucra a tantas personas?

¿Por qué motivos la Justicia no intervino en la denuncia de la Mesa de Emergencia y tampoco ahora, que hay al menos dos denuncias ya radicadas en Comisaría Primera y Segunda? ¿Por qué ninguno de los concejales ha salido ni formal ni informalmente a pronunciarse sobre este escándalo? ¿En cuántas ocasiones las operaciones se hicieron y las personas usufructúan los terrenos prometidos por Peralta? ¿En los casos que no entrega los lotes, es porque los “vendió” varias veces? ¿Podría trazarse un paralelismo entre estos casos _que ya configuran un patrón_ y lo que fue en su momento el escándalo por la “Causa Vivienda” (El Hornero) en la que un exfuncionario fue condenado por “administración fraudulenta”?

¿Qué características tienen los terrenos que ofrece Peralta? ¿Son fiscales o tienen propietarios que no ocupan los predios? ¿Figuran primero a su nombre y desde allí hacen la operación de cesión? ¿Cuándo se escriturarán finalmente los lotes que sí logró entregar? ¿Hay otros que hacen el trabajo de Peralta? ¿Quiénes lo protegen y por qué? ¿Por qué motivos ningún otro medio de la ciudad se hizo eco de estas denuncias?